sábado, 13 de octubre de 2012

Sobreviví a un atraco... casi... más o menos - Historia real


¡Hola mi gente! ¿Se acuerdan que tenía un blog? Pues a mí se me había olvidado XD (léase equisdé).

No, pero en serio, no puedo tomar en serio a las personas que utilicen el XD en una conversación. Al menos no a todas las personas. Sólo a un selecto número se lo acepto. 

Es decir, ¿cómo tomar en serio a una persona que diga, por ejemplo: “Oye, ¿supiste que tu abuela acaba de morir? XD”. Yo soy más del viejo “JAJAJAJA” cuando algo te parece gracioso, por ejemplo: “Oye, ¿Supiste que tu abuela acaba de morir? Jajajaja.” 

En fin, no sé ni por qué estaba hablando del inapropiado uso del XD. ¿En qué andaba? Ah, sí. Yo venía hoy dispuesto a escribir nuevamente en mi blog, ya que tenía casi un año, si no es que más, sin si quiera abrirlo. Aprovecho la ocasión para contarles a las pocas personas que me leen (mi mamá y un stalker drogadicto raro que revisa mi basura todos los jueves por las noches... Él sabe quién es. Un saludo especial. Los quiero mucho a los dos. Sigan leyéndome) una experiencia que acabo de tener.

Pues verán, como dice el título, sobreviví a un atraco. Ésta es otra de mis historias 65% reales, hasta donde puedo recordar, así que busquen un snack o golosina para la lectura, porque ésto estará bueno. Comenzó como un día normal, igual que cualquier otro. Nada particular. Me levanté a eso de la 1pm entre semana, como siempre. Me desperté exaltado pensando que iba a volver a llegar tarde a la clase de las 9am, como siempre. Un día típico. Luego recordé que era un feriado y me sentí mejor conmigo mismo. Por eso fue que mi madre no me llamó pegando gritos.

Imagen de Joe Jonas, que no tiene absolutamente nada que ver con el relato en cuestión, pero es para que no se aburran con tanto texto.
Bien, Me desperté, vi qué hora era en mi teléfono, expulsé un gas debajo de las sábanas y disfruté de mi propia peste antes de seguir con mis actividades del día (o de la tarde), cuando... ¿Se han dado cuenta que estoy escribiendo una cosa cuando de repente cambio el sentido de lo que estoy diciendo y entro en otra cosa haciendo que el lector pierda el hilo de lo que digo? Raro. Como decía, me senté en mi computadora, revisé el correo y Twitter, revisé la comida para ver qué había para desayunar/almorzar, pero como no me gustó lo que había, decidí retomar la vieja dieta que hacía años abandoné. Luego entré en mi cuarto, pasé el seguro, me senté en la computadora nuevamente, bajé el volumen, activé el modo de navegación privada, puse a la mano el paquete de toallas húmedas y... me puse a leer las noticias en el mundo del internet, o al menos eso quería, cuando de repente una mamá salvaje apareció. No pude terminar de... leer las noticias cuando me dijo que necesitaba que le hiciera unas diligencias en el banco. Me vestí rápido y me dispuse a realizar la misión que mi madre me encomendó. 

Era un día feriado, así que los bancos normales no abrirían (o eso asumí), así que fui a un centro comercial, pues casi siempre están abiertos. Como a nadie le importa lo que hice en el banco, saltaré esta parte. Lo que sí les digo es que tuve que hacer varias colas y tardé más de la cuenta. Cuando salí por fin, me di una escapada con la tarjeta de mi papi y rompí mi dieta (sorry, dieta, XoXo). Luego me puse a dar vueltas para ver qué de bueno conseguía por ahí. Compré unos artículos para la universidad. Después me di cuenta que era algo tarde, y ya debía irme, porque al ser feriado el transporte público (los horribles buses) no pasarían hasta muy tarde. Lo sé, uso el transporte público para ir a los centros comerciales. Eso está mal y debería sentirme mal, pero ajá, soy pobre. No me juzguen. Luego de casi 20 minutos de esperar, y siendo las 7pm, supe que no pasaría el bus que necesitaba, así que entré al estacionamiento del Mall y me senté en una de las bancas frente a una fuente. Revisé si no había actividad sospechosa por los alrededores (o sea negros y/o posibles delincuentes), y al cerciorare saqué mi teléfono y llamé a mi papi para decirle que me fuera a buscar en el carro. 

Ante de seguir contando, les confesaré que tengo un poderoso sentido del racismo altamente desarrollado, y gracias a él, me he salvado muchas veces de ser atracado. Así es. Nunca, NUNCA en mi vida me han atracado. He estado presente en varios atracos, pero a mí nunca me quitaron nada. Por eso no me arrepiento de decirlo. Júzguenme si quieren, pero no me importa. Para mí ser racista (en cierto sentido) funciona. 

Un T-Rex montando un tiburón. Tu argumento es invalido. Nuevamente, es una imagen random.  No tiene nada que ver con el relato. Sigan leyendo.
Bien, mientras llamaba en el estacionamiento, en unas banquitas frente a una fuente del Mall, con otras personas que ahí estaban, sólo que algo distantes, yo le decía a mi padre que me fuese a buscar, ya que era tarde y no pasaban buses. En plena conversación, mientras hablaba también revisaba que no hubiese alguien sospechoso cerca, cuando mi sentido arácnido se activó. Volteé la cabeza y lo vi. El tipo cumplía con varios de los estereotipos que para mí debe tener alguien para considerarlo peligroso: Era guajiro, mal vestido, y se dirigía hacia mí. Yo seguía hablando por teléfono, intentando ser breve con mi padre para acabar rápido y guardarlo e irme de ahí, pero el tipo llegó rápido. Me dirigió la palabra y me dijo que estuviera tranquilo mientras se sentó a mi lado. Se acomodó la camisa que tenía por fuera como si fuese a sacar algo de sus pantalones. Me iba a mostrar algo. En ese momento miles de cosas pasaron por mi cabeza. Tantas veces que había pensado qué hacer en una situación hipotética donde me atracan. Pensando qué movimientos de artes marciales usaría si el asaltante tenía un arma. Pensé también en lo genial que sería tener superpoderes, o saber pelear. No hice nada de eso. Mientras todavía hablaba con mi padre el tipo estaba dispuesto a mostrarme lo que tenía en sus pantalones. No le di tiempo para actuar. Yo me adelanté a él.

Así es. Antes de que él hiciera algo, hice lo más prudente: Me fui corriendo como niña y gritando que un tipo me quería violar. No, no es cierto. No hice eso. ¿Se imaginan? “¡Auxilio, un extraño me quiere violar!”. No, no lo hice. Aunque habría sido gracioso. Pero no. En realidad lo que hice fue salir caminando rápido para dentro del Mall. Me volteé para ver qué hizo el sujeto en cuestión y vi que se paró algo frustrado, pero no me siguió. Se quedó en el estacionamiento. Me perdí en el Mall por si acaso, y entré en locales donde nadie pensaría buscarme: Tiendas de lencería. Hice como si quisiera comprar algo, aunque la gente me vio raro. No sé por qué. Una vez que hablé con mi padre, que me dijo que lo esperara, que iría por mí dentro de una hora (no le conté lo que había pasado para no preocuparlo), estuve dando vueltas para despejar mi mente. Mi adrenalina subió mucho en ese momento. Luego de pensar en tantas personas que han matado por resistirse a un atraco... Si hubiese estado en mi casa, tal vez estaría llorando en posición fecal, posición fetal, no sé bien cuál es la adecuada para la ocasión.

Bien, luego de deambular un rato, sentí la urgente necesidad de un helado para pasar el trauma de algo que no sucedió. Lamentablemente, por la hora, y el tiempo que tardé en la tienda de lencería, ya los negocios estaban cerrando y no pude comprar mi helado :(

Para terminar la historia, mi padre llegó un poco más de una hora después y me esperó frente a la fuente donde pasó todo esto. Yo pasé por ahí con un miedo prudente, y pendiente de si veía otra vez al tipo y que me reconociera y quisiera venir por más. Una vez a salvo en el carro le conté a mi papá lo que pasó. Él estuvo de acuerdo en que el sujeto quería atracarme y quitarme el celular.

Yo la verdad no sé si ese tipo en verdad quería atracarme o estaba armado, porque no es la primera vez que alguien así se me acerca en la calle, pero lo hacían para preguntarme algo o pedirme dinero (el cual nunca les daba porque soy muy tacaño), pero mi sentido racista me alertaba y actuaba con cautela (por si acaso), sólo que ésta vez el sujeto fue más allá. No se paró frente a mí para hablarme, sino que se sentó a mi lado. Y no solo eso, sino que también me dijo que no me pusiera nervioso y que estuviera tranquilo. Cuando alguien te dice eso, tú sabes que lo que viene no es bueno, y uno siempre hace todo lo contrario. Y quería sacar algo de sus pantalones (o tal vez me iba a mostrar una herida o cicatriz o llagas en su estómago para convencerme y pedirme dinero para medicinas, o algo por el estilo). Estoy seguro que muchos de ustedes estarán de acuerdo que eso era sospechoso, y haber actuado rápido y quitarle la oportunidad de sacar un arma fue lo mejor. Aparte que eso fue mientras estaba usando el celular. Me siento orgulloso de mí mismo, ya que mi intolerancia me salvó de lo que pudo haber sido un atraco... o alguien desesperado para que le dé dinero y completar para un medicamento... o comprar droga. 

Como sea, soy Seth, y sobreviví a un atraco... casi... más o menos. Y esa es otra de mis historia 65% reales... hasta donde puedo recordar. Mi nombre es Seth Hannigan, y apruebo éste mensaje.